Alcoholismo: la enfermedad agradecida
Sinceramente, no me andaré con rodeos: Caer enfermo de alcoholismo es una putada. Personalmente, tal vez porque yo la tengo y la vivo muy de cerca cada día , pienso que es una patología muy grave y compleja que se extiende más, más y más..
Pero eso no significa que me contradiga con el titular. Dentro de la desgracia, tenemos suerte porque por muy destructiva que sea esta enfermedad, somos unos afortunados porque el tratamiento y la recuperación es responsabilidad nuestra y no dependemos de otra situación o circunstancia que no sea esa.
Visto los males, desgracias, enfermedades raras y desastres que existen y padecen millones de personas en las que su dolencia no tiene cura o ni tan siquiera tratamiento para aliviarlos, y en muchos casos ni tan siquiera esperanza porque la sentencia está dictada, pienso que los alcohólicos somos afortunados en ese aspecto.
Por eso, basta ya de lamentaciones y de auto-compadecerse, de hacerse la víctima y apelar al «todo me va mal y soy muy desgraciado», y quién pueda tener problemas de alcohol o alcoholismo tome las riendas ya de una vez de su propia vida, se responsabilice de su recuperación, se arme de fuerzas de flaqueza, y tire para adelante con agradecimiento por el hecho de saber que su recuperación está en sus propias manos.