Alcohol que no has de beber, déjalo correr.

Hacemos lo fácil complicado y lo complejo lo simplificamos.

 

Ya no se trata de si eres o no eres alcohólico, de un diagnóstico en sí o unas conductas con el consumo como beber frecuentemente, beber mucha cantidad o llevar años consumiendo. La situación es más sencilla:

¿Tienes problemas o consecuencias por beber alcohol?

¿Pierdes el control y no tienes límite?

¿Cuándo bebes, sea a diario o una vez al mes, la lías parda?

¿Tu gente está quemada por tu comportamiento como consecuencia del consumo?

¡Plantéate estas cuestiones, reflexiona, analízalas y saca tus propias conclusiones!

Si por consumir tu vida deja de ser tu vida, tu tranquilidad y bienestar se convierte en un infierno, tu familia y amigos se van separando de ti o tú mismo te vas aislando, tu entorno laboral, social o profesional se derrumba, … ¡No sigas consumiendo: Así de simple!

Lo que ya no es tan simple es cuando además de todo esto que te está sucediendo como relato y te sientes reflejado o identificado, es cuando ese consumo no es por placer, sino por necesidad.

Ahí ya necesitas ayuda, tratamiento, orientación, re-aprendizaje.

Por eso, antes de experimentar por tu cuenta, poner excusas frecuentemente, evitar ver y afrontar tu propia realidad por culpa del consumo, si crees que ese alcohol no debes beberlo … ¡Déjalo correr!

La vida sin alcohol existe. La vida sin alcohol es fantástica, maravillosa, sensacional, y además ¡Es real!

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