Actitud desafiante

«No hay que preparar el discurso,sino al orador» Raimón Pániker

 

 

«¡ Si todavía se cree que tiene razón!-comenta un familiar muy indignado ante la actitud desafiante del enfermo con la que responde los reproches que se le dicen- Parece como si el enfadad@ fuera él. Incluso se hace el ofendido-prosigue- Llega un momento en el que me confundo y aunque sepa que tengo la razón,acabo por dudarlo.»

Este tira y afloja continuo entre familiar-enfermo se sucede tantas veces que acaba convirtiéndose en un rol consolidado. ¡Esa es la idea del enfermo!:manipular las circunstancias para sembrar la duda y desconcierto utilizando todas las armas posibles,premeditación,trama,engaño,confusión,anular y desdramatizar la opinión del otro,desarmarlo,y conseguir desgastarlo.

Hacerse la víctima,el ofendido,el incomprendido,… ¡Siempre lo mismo!

Esa actitud desafiante,una actitud chulesca,prepotente,soberbia,y de «ofendido» en la que se posiciona el alcohólico,le sirve para contraatacar la recriminación e intentar justificar lo injustificable.

Desde las malas caras,gestos de desprecio hacia al familiar cuando le pide explicaciones,violencia y pataleo infantil,portazos,insultos,ofensas,desaires,etc son la ruin y única salida que le queda al enfermo cuando se ve acorralado y sabe que lo ha hecho mal,que no tiene ninguna razón,ningún motivo que justifique su comportamiento,y que sólo le queda el recurso miserable de hacer sentir mal y culpable al otro.

Insisto en lo mismo de siempre: Nadie debe sentirse culpable de que otro beba.