¿ Acaso somos tan estúpidos de pensar que la ira y el odio acumulado desaparecerán por el simple hecho de parar de consumir?

Dejar de beber para un alcohólico es muy difícil, es complejo, complicado, y sólo es el inicio de un largo proceso en el que renacer en un mundo sin alcohol en un estado de serenidad y sobriedad, puede que nos resulte raro y nos haga sentir como a unos extraños. Pero, a pesar de ello, es necesario si no queremos permanecer el resto de nuestras vidas encerrados dentro de una botella aislados completamente de los demás.

¡No, no es ningún camino de rosas …!

Asociamos abuso de alcohol, falta de control, o consumo prolongado como una situación extrema que nos lleva a la dependencia y necesidad de solucionar exclusivamente este problema y ya está.

Pues no es tan sencillo. Nada es tan lógico y metodológico. Detrás de cada alcohólico, además de la propia, hay muchas vidas y almas rotas, destrozadas, y arruinadas.

¡Claro que la gente de nuestro entorno y que nos quiere se alegra de que tomemos la decisión de dejar de beber y parar con las conductas y comportamientos que nos conduce a través de sus consecuencias a una enfermedad colectiva!  Se alegran, se emocionan, se sienten afortunados y agradecidos … pero no es suficiente.

Debemos ser honestos y recordar siempre que para llegar a un tratamiento o una recuperación, el consumo ha asolado y arrasado durante muchos años todo lo que `pisábamos. Esa honestidad, junto con mucha perseverancia, humildad, y especialmente amor, es la que nos debe hacer tomar conciencia de la gravedad de esta enfermedad que, a quién no la padece cerca, le parece una situación muy simple y sencilla.

Con cada borrachera, copa, «desaparición», ofensa, actitud bochornosa, … se ha ido generando un odio, ira, y rencor en los que tantos y tantos años han intentado avisarnos y advertirnos de lo errados que íbamos por el camino, que al final se ha acumulado y reprimido de una manera brutal.

Entonces, ¿Por qué no nos los dijeron o expresaron y brota ahora, cuando por fin decidimos dejar de beber?- pensamos los alcohólicos cuando nos ponemos en tratamiento.

No nos lo dijeron porque nosotros no estábamos para escuchar. Tal vez no nos lo expresaron porque tenían miedo de nuestra reacción. No insistieron porque nosotros, bajo los efectos del alcohol y con la soberbia y prepotencia por la bandera, no queríamos escuchar ni atender a razones. O, igual sí lo hicieron pero al ir tan anestesiados y ensimismados idolatrando todas las botellas que teníamos a nuestro alcance, no fuimos capaz de prestar atención.

Los alcohólicos que tenemos la oportunidad de recibir un tratamiento y seguir contando con el apoyo de nuestros seres queridos, debemos sentirnos muy afortunados. ¿Qué aunque no bebamos y nos comportemos como deberíamos haber hecho hace tiempo existe todavía una calma tensa y desconfianza? … Forma parte del proceso. A ver si con estos contextos, comenzamos a darnos cuenta que la recuperación no se basa en la simple abstinencia. 

¿La clave para superar este estado traumático post-consumo? ¡Mucho amor!

 

 

2 Comments

  1. Enrique Román Martinez en Facebook el 21 julio, 2016 a las 7:04 am

    Buenos días, dejar de beber puede ser difícil pero, mucho mas difícil es el mantenerse en el tiempo sin hacerlo. No se puede pretender que dejando de beber alcohol se arregle todo.Leer más ..

  2. Ana Maria Valcaneras Jimenez en Facebook el 21 julio, 2016 a las 8:49 am

    Quizas sintais q como ya haceis el esfuerzo de mantener terapias y no beber esta todo mas que controlado y todo va bien,debeis recordar que son muchos los años de anestesia(como bien dice mica) en los que los demas han sido conscientes y vosotrLeer más ..

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