¡A cualquier precio!
¡Sí, a cualquier precio. Incluso venderíamos el alma al diablo por una copa más cuando la necesitamos!
A esto se le llama necesidad.
Esta enfermedad, el alcoholismo, sobrepasa los límites de la realidad. Es compleja, y esta misma realidad siempre superará a la ficción e imaginación.
¿Se puede llegar a querer más a la botella que a una persona?
Si estás enfermo … ¡Sin duda!
A cualquier precio. Al precio de la mentira, de la trampa, de la excusa, de la traición, del abandono, al precio que sea.
Necesitamos saber dónde estamos para poder escapar a cualquier sitio en el que el camino no nos devuelva al mismo lugar.
De ahí la importancia de reconocer y aceptar esta bastarda enfermedad cuando se padece: Sin eso, todo intento de recuperación será permanecer en el bucle y dar vueltas en un círculo vicioso que siempre tendrá el mismo destino: la botella.
¿Cuándo dejará de tener un precio tan elevado el poder seguir consumiendo?
Sólo hay una respuesta: ¡Cuando nos recuperemos!